jueves, 18 de enero de 2018

Una guía de la manipulación de TV3 para "observadores internacionales"

Uno de los procedimientos favoritos del separatismo es encontrar a algún extranjero que diga algo a favor de la independencia de Cataluña o en contra de España. A continuación ese extranjero es ungido como autoridad internacional en el tema, y su opinión es elevada al rango de verdad revelada. La clave del asunto está en que el separatismo está dispuesto a invertir mucho tiempo --y presupuesto-- en identificar y promover a esos opinadores, mientras que el constitucionalismo no ha hecho un esfuerzo equivalente. Por eso a veces, sobre todo en los períodos en que la atención sobre el tema catalán disminuye, puede dar la sensación de que el separatismo está ganando la batalla de la propaganda y de las ideas; y ello es efectivamente así, pero solamente hasta que el tema salta a la primera plana, que entonces sí los medios serios internacionales se ponen las pilas, investigan realmente el asunto y con dos o tres artículos desmontan completamente a esa farsa que es el independentismo catalán.

En realidad basta con prestar simplemente un mínimo de atención para darse cuenta de lo fraudulentas que son las "opiniones internacionales" a favor del separatismo. Por ejemplo, si uno lee titulares como Un expert de l'ONU demana no suspendre l'autogovern català, Un expert de l'ONU reclama a Juncker que faci de mediador a Catalunya, Un expert de l' ONU assegura que l'autodeterminació és un dret relacionat amb la democràcia, Un expert de l'ONU afirma que la UE ''calla'' davant l'empresonament de Junqueras, Forn i els Jordis..., uno puede quedar impresionado ante el inmenso apoyo que está recibiendo el independentismo desde las Naciones Unidas; hasta que repara en que (a) el "experto" es en todos los casos el mismo (Alfred de Zayas), y (b) no es un funcionario de las Naciones Unidas, sino un relator independiente que habla en nombre suyo y no de la Organización. Similarmente, en cualquier noticia favorable al independentismo que empiece con "Una diputada sueca...", uno puede tener la seguridad de que la legisladora en cuestión es inexorablemente Bodil Valero, del partido Verde y completamente irrelevante en el panorama político escandinavo. De esa manera, lo que es presentado como un aluvión de opiniones favorables al separatismo suele ser en realidad la misma opinión dicha muchas veces por la misma persona, que por algún motivo se encariñó con Cataluña y además la confunde con el independentismo.

En estos días vemos nuevamente en marcha ese mecanismo de propaganda. Desde el separatismo se está "desmontando" el "mito" de que TV3 manipula a su audiencia partiendo de un informe de ¡observadores británicos!


Caramba, si son británicos su opinión no puede menos que ser válida. Después de todo, ellos dejaron votar a los escoceses (y a los Bréxiters, aunque esto último por algún motivo los independentistas no lo mencionan). Jaque mate al unionismo franquista y facha.

Pero el espectador avisado inmediatamente puede llegar a preguntarse quiénes son esos británicos observadores. No se trata de Amnesty International ni de Human Rights Watch sino de unos tales Democracy Volunteers, cuyo informe está colgado en un blog de WordPress.  Aun con todo el respeto que me merece WordPress (y lo digo como usuario de Blogger), las entidades serias, consolidadas y reconocidas tienen sus propios dominios y no recurren a redes sociales, lo cual ya nos pone en un cierto estado de alerta.

Ahora bien; ¿qué dice el informe sobre TV3? Dice que en la campaña hacia el 21-D TV3, a diferencia de las estaciones españolas, mostró "cobertura proporcional con equilibrio entre los dos bandos del diferendo independentista". Para eso se basan en las "actitudes" detectadas en las noticias políticas emitidas, que, según el informe, se inclinarían en un 38% por el independentismo y en otro 38% por el "unionismo" (ya la selección de este término quita imparcialidad al informe, al usar la palabra separatista, mientras que los constitucionalistas preferimos "constitucionalismo"), siendo el resto neutral.

Lamentablemente, los "observadores británicos" no comparten el sistema y los criterios que usaron, pero ese equilibrio que detectan sólo revela fallas metodológicas de envergadura en su investigación. Yo no pongo en duda que, al menos durante la campaña electoral, TV3 haya entrevistado a igual número de separatistas que de constitucionalistas. Tampoco tengo dudas de que se hayan mostrado actos separatistas en la misma medida que actos constitucionalistas. Pero ese equilibrio cuantitativo queda completamente contrarrestado por el aspecto cualitativo, que aparentemente el estudio no investigó.

Como ejemplo, veamos esta noticia de TV3 emitida durante la campaña electoral:


Dejuni col·lectiu a Cornellà pels presos polítics. El promou FamDeLlibertat

13/11/2017

FamDeLlibertat és una organització que proposa els dejunis col·lectius com a eina d'enfortiment personal i social per lluitar contra les injustícies. A Cornellà s'hi han afegit i al Casal Parroquial volen mantenir un grup fent dejuni fins a les eleccions. Els voluntaris han d'acceptar control mèdic i comprometre-se a prendre només aigua durant un mínim de dos dies i un màxim de set. 

Es posible que Democracy Volunteers ni siquiera haya consignado este reporte como noticia política. Pero lo es, porque detrás de la inocente información de una medida de protesta en favor de ciertas personas encarceladas, TV3 nos cuela dos conceptos que toma como premisas: esas personas son presos políticos, y su encarcelamiento forma parte de "les injustícies". TV3 adopta, así, el punto de vista (y la terminología) separatista en un tema que tiene dos puntos de vista.

Para que existiera el "equilibrio" que Democracy Volunteers detecta, tendría que poderse mostrar alguna noticia en que TV3 titulara "Tal y cual asociación protesta contra el golpe de estado parlamentario del 6 y 7 de septiembre". Es decir, si TV3 asume el lenguaje del separatismo en una noticia, la única manera de equilibrarlo sería asumir el lenguaje del constitucionalismo en otra noticia, cosa que no ha hecho (aunque lo mejor, obviamente, sería no adoptar ningún lenguaje partidario).

Un estudio serio de TV3 tendría que partir de una observación minuciosa de su comportamiento a lo largo de los años (no sólo en los períodos electorales) y la identificación de los mecanismos que todos conocemos. TV3 nunca va a decir "ciudadanos, tienen que votar al independentismo". Es más sutil que eso, aunque no tanto como para que los ciudadanos no los hayamos calado. Por eso, todos aquellos que estamos sometidos a la emisora todo el tiempo (no sólo cuando hacemos de "observadores") podríamos sugerirles a los comunicólogos internacionales que investigaran los siguientes mecanismos que TV3 usa para adoctrinar "sin que se note el cuidado":

  1. TV3 comparte agravios que solo sienten los separatistas, y sugiere que todos los espectadores tendrían que sentirlos. Por ejemplo, el 2 de noviembre, tras conocerse la orden de captura hacia el Govern cesado por el artículo 155, el programa cómico Polònia no fue emitido. En pantalla se vio una placa que rezaba “Avui no hi ha programa. No tenim ganes de riure”. TV3 involucró así a toda su audiencia en una protesta y en una falta de ganas de reír que solamente los separatistas podían experimentar. Por supuesto, TV3 no sintió una congoja comparable cuando la mayoría independentista del Parlament votó una Ley de Transitoriedad Jurídica que abolía los derechos del 43% de la población; aquel día su parrilla de programación fue rigurosamente respetada.
  2. TV3 a veces emite, es cierto, noticias favorables al constitucionalismo. Pero en tal caso, invariablemente trae a continuación un experto del separatismo para comentar y, finalmente, refutar la noticia, mientras que jamás trae a un analista partidario de la legalidad para desmontar las noticias favorables al Procés.
  3. TV3 hace humor con el separatismo y con el constitucionalismo. Pero con el separatismo el humor es amable, empático, compasivo; se centra más bien en lo ilusos o ingenuos que son, en lo excesivo o irreflexivo de su entusiasmo, en la mala suerte que tuvieron o en sus inofensivas peleas internas. Mientras que con el constitucionalismo el humor es acre, resentido y deshumanizante. En un ejemplo extremo, Empar Moliner quemó una Constitución en protesta por la decisión del TC de tumbar la llamada Ley de Pobreza Energética, aparentemente indignada por la insensibilidad del Constitucional hacia la gente de bajos recursos. Pero cuando Artur Mas promulgó la Ley del Euro por Receta, que exigía a los consumidores pagar 1€ de más cada vez que compraban algo en la farmacia, nadie en TV3 se sintió impelido a quemar el Estatut o el programa electoral del expresident.
  4. En sus tertulias, TV3 incluye tanto a separatistas como a constitucionalistas. ¡Todos los puntos de vista están representados! Sí, pero mientras que en la población hay 43 constitucionalistas por cada 47 separatistas, en las tertulias se suele ver a un partidario de la legalidad debatiéndose con cuatro o cinco defensores de la unilateralidad que en lugar de refutarlo le hacen bullying. Por ejemplo, cuando se debatió en TV3 si hay o no mayoría social para la independencia, la mesa constaba de José Antich, Ferran Casas, Nacho Martín Blanco, Montse Castellà, Enric Vila y Suso de Toro. Salvo el indicado en negrita, todos los demás son separatistas rabiosos. Con esa composición de la tertulia, cualquier observador despistado se hubiera preguntado por qué se estaba siquiera debatiendo si el secesionismo tenía mayoría social. Ello sin contar con que el presentador suele brindar su inestimable apoyo a la causa haciendo preguntas incisivas al constitucionalista y asintiendo y hasta respaldando con argumentos propios las alocuciones de los separatistas.
  5. TV3 da lugar a todas las voces. Pero solamente en el caso del separatismo permite y promueve las voces más extremistas. Por ejemplo, emite un delirante documental de Jordi Bilbeny, el promotor del primer referéndum independentista que se celebró en Arenys de Munt, y que entre otras cosas sostiene que Cervantes era un escritor en catalán apropiado por España. Sería como si retransmitiera un documental de un constitucionalista que sostuviera que el catalán es un dialecto, no un idioma. Similarmente, cuando Isona Pasola presentó L'Endemà, un "documental" en que España es representada como un marido maltratador que no permite a su esposa Cataluña irse de casa, TV3 lo emitió gustosamente. En cambio, cuando Societat Civil Catalana presentó Dissidents, un documental sobre el precio social que se paga en Cataluña por enfrentarse al separatismo, TV3 se negó a emitirlo (alegando que reglamentariamente no se podía emitir videos de una asociación política, cierto; pero ¿no era que la democracia --en este caso, la igualdad de oportunidades de separatistas y constitucionalistas para acceder a la TV pública-- estaba por encima de las leyes?).
  6. En sus documentales de creación propia, TV3 solo aborda temas de interés independentista, máxime si se puede denigrar a España. Uno entiende que se proyecte un documental sobre el 1-O. Las cargas policiales ciertamente deben ser motivo de reflexión. Pero cuando Artur Mas envió a los Mossos a golpear bestialmente a los manifestantes del 15-M, con 120 heridos en Plaça de Catalunya, TV3 no sintió ninguna necesidad particular de preparar un documental al respecto.  
  7. Cuando informan sobre manifestaciones, TV3 muestra sus preferencias de una miríada de maneras. En las concentraciones separatistas brinda información sobre qué vías están libres para acceder, entrevista con simpatía a mayores y niños, relega a segundo plano los actos de vandalismo como la quema de banderas europeas. En las manifestaciones constitucionalistas, TV3 se concentra en los actos minoritarios de violencia que pueda haber, y hace comentarios como que los participantes eran "en su mayoría residentes en Cataluña, pero con raíces o familiares de todo el Estado" (video aquí). Una selección nada ingenua de palabras, donde el "residentes" en lugar de "ciudadanos" y el "pero" sugiriendo una contradicción inexistente crea en el televidente una sensación de falta de legitimidad de unos manifestantes perfectamente legítimos.

Podríamos seguir. Preguntarnos, por ejemplo, por qué se crea un programa sobre economía y "casualmente" el presentador es un separatista. O por qué en el programa para niños InfoK se elige, no menos "al azar", el asunto de los "presos políticos" como "tema del que habrás oído hablar estos días" (y no el de la fuga de empresas, que los pequeños catalanes también habrán oído nombrar). Pero la idea es clara: que la manipulación sea inteligente, y no grosera, no quita que TV3 manipule. No diciendo explícitamente las cosas, sino dándolas por sentadas con una frecuencia y omnipresencia tal que el espectador también las termina dando por sentadas.

A lo largo de los últimos años, la televisión pública catalana nos ha ido envolviendo en una nebulosa de Procés. Los resultados de las elecciones, así como los registros de audiencia, sugieren que la capacidad de atraer adeptos a la causa por esa vía tiene un techo. Lo que habría que ver es lo contrario: cuántos independentistas no se "desfrabricarían" si TV3 dejara de manipular.


5 comentarios:

  1. Gracias por la nueva entrada, Abraham. Muy cierta, por desgracia.
    Un argumento que a menudo se usa en defensa de TV3 y su "peculiar" línea editorial es el de que en TVE también se manipula a favor del gobierno central y del partido que le soporta. Sinceramente, sin ser experto, creo que no son cadenas comparables: básicamente porque TVE tiene una audiencia más amplia, y aunque lo hiciera (manipular en todo) tendría que repartirse entre muchos más temas que el secesionismo (prácticamente monotrema de TV3). Por descontado que esos argumentos tipo "y tú más" no son precisamente los más adecuados para hacer análisis serenos.

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  2. El corrector ha puesto "monotrema" en lugar de monotema... TV3 como ornitorrinco! (rarita sí que es)

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  3. Muy bueno, Abraham. Y muy triste lo que cuentas.

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  4. La manipulación de la información que hace o pueda hacer TVE no es ni de lejos la de TV3. Cuando TV3 manipula tendenciosamente a favor de CDC frente, digamos a ERC u otras formaciones, esa manipulación es sutil. Y durante todo el pujolismo TV3 ha sido bastante tendenciosa, aunque de forma más o menos disimulada. Durante años han evitado usar "Espanya", nos han dado el parte meteorológico de los Países Catalanes, el español sólo lo hablaba el lumen,... Con relación al secesionismo VS. constitucionalismo en los últimos años la manipulación es MUY grosera, el sectarismo de TV3 es pasmoso. Todas las cadenas de TV tienen tendencia, pero que una cadena pública sea TAN sectaria y parcial es de juzgado. En mi opinión no debería existir Ni un solo canal de TV o radio público, no son servicios públicos de interés general. Una sana competencia, con una regulación que garantice fair-play, de canales privados cubre perfectamente el expediente. Si TV3 fuese privado, con ingresos de sus anunciantes y producciones propias, por mi no hay problema en que sean tan descaradamente secesionistas. Pero no con mis impuestos.

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