sábado, 24 de febrero de 2018

Una excursión lingüística virtual a la Cataluña profunda

Los que conocemos de primera mano la situación lingüística en Cataluña nos enfrentamos a diario con un argumento que desafía no sólo cualquier lógica o razonabilidad, sino lo que nuestra experiencia nos dice a gritos. Los estudiantes de Cataluña, afirman fuentes separatistas, terminan su educación secundaria dominando perfectamente el catalán y el castellano, y con un conocimiento de este último superior al de la media de alumnos españoles. Quienes esto sostienen presentan como evidencia los resultados de lengua castellana en diversos tests y pruebas que certificarían su alto dominio por parte del alumnado catalán, al menos en comparación con sus pares del resto del Estado. De esta manera se llega triunfalmente al corolario: las dos a tres horas de castellano que se imparten (según el nivel) en los colegios e institutos públicos de la comunidad autónoma bastan y sobran para asegurar la correcta absorción de este idioma.

¿Cómo se llega a estos resultados? Básicamente, a través de evidencia experimental no homologable. Por ejemplo, las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), que efectivamente incluyen un test de castellano, pero que poseen enunciados distintos en cada comunidad autónoma. No me extenderé mucho sobre este tema porque ha sido analizado de forma muy completa y rigurosa por otras fuentes, como esta. Pero sí quisiera incidir en dos aspectos poco comentados de estas evaluaciones.

En primer lugar, las pruebas se suelen calificar cuantitativa pero no cualitativamente. Si un alumno andaluz cometió diez errores y un alumno catalán cometió cinco, la "conclusión" sería que el alumno catalán sabe mejor castellano. Y no es así, ya que existen lo que podríamos llamar "errores castellanos" y "errores no castellanos". El expresidente catalán Puigdemont dio un ejemplo en su primera entrevista con Ana Pastor en El Objetivo de La Sexta. Puigdemont usó expresiones como "haiga" y "conduciera", por un lado, y "no hemos estado capaces" y "defensemos", por la otra. Si bien las cuatro constituyen errores, las dos primeras son errores posibles en castellano; las dos últimas, no. El que dice "conduciera" por "condujera" está hablando en castellano defectuoso; el que dice "defensemos" por "defendamos" directamente no está hablando en castellano. Son calidades de errores muy distintas, y sin embargo una prueba evaluada de forma puramente cuantitativa no tendría en cuenta esa diferencia.

En segundo lugar, las evaluaciones se centran en la lengua escrita, y por lo tanto no miden en ningún caso la fluidez en el habla, que nuestra experiencia indica que es donde fallan calamitosamente los estudiantes de la Cataluña profunda. Personas que se traban al hablar, que dicen una palabra por otra, que no encuentran la palabra, que introducen calcos del catalán..., todos estos tipos de hablantes pasan inadvertidos en los tests, que al ser íntegramente escritos permiten al examinando reflexionar, poner un sinónimo si no están seguros de un vocablo u ocultar inseguridades en la pronunciación de la s y la z. No sé si de forma consciente o no, pero los que proclaman el esplendoroso nivel de castellano de los estudiantes catalanes aprovechan la naturaleza escrita de los tests para negar la dolorosa realidad: alguien que no recibió más que dos horas de castellano en la escuela y que no lo practica en la calle se vuelve incapaz de hablarlo con soltura. 

Pero ¿cómo demostrarlo? Un análisis serio pasaría por diseñar encuestas que verdaderamente reflejen estas deficiencias. Personalmente no dispongo de los medios ni de los conocimientos para emprender un trabajo así, pero eso no quiere decir que no exista ninguna evidencia de ningún tipo. A continuación comentaré un material muy interesante encontrado en una red social que permite asomarnos al ancho mundo de los catalanes monolingües, para los cuales hablar en castellano constituye un verdadero dolor de cabeza.

Racó Català es un foro de adolescentes y adultos jóvenes mayoritariamente de las comarcas del interior de Cataluña y fanáticamente independentistas. En 2011, un usuario del foro, Cap_de_trons, lanzó una encuesta titulada "Us costa expressar-vos en castellà?" ("¿Os cuesta expresaros en castellano?"). Es la pregunta que jamás veremos en las PAU ni en las encuestas del Centre d'Estudis d'Opinió de la Generalitat de Catalunya; pero es que si las viéramos, las respuestas probablemente no serían sinceras. Es en un medio de independentistas donde los jóvenes monolingües pueden llegar a sincerarse en la creencia de que nadie los espía. A continuación vemos el resultado de la encuesta (hacer clic en la imagen para verla más nítida):


Como se ve, el 52% declaran que se expresan mejor en catalán y el 12% que el castellano "les cuesta un huevo", para un total de 64% a quienes les cuesta expresarse en español. Pero lo más interesante, sin duda, es la naturaleza de los comentarios de los usuarios. Tenemos así que la usuaria Skarly comenta:

Tot i viure al Baix Llobregat el meu entorn és catalano parlant, així que el castellà no el domino gens. Quan he de tenir una conversa fluida o profunda les passo putes, sobretot al principi, perquè em costa moltíssim canviar el xip. Sempre em veig com estúpida, perquè sento que no expresso el que realment vull dir, així que o bé acabo parlant en català, explicitant abans que si no s'entén quelcom se m'avisi o bé acabo la conversa i n'inicio alguna més banal
I també, de tant en tant em trobo que no entenc algunes expressions castellanes

Esta usuaria se ve como estúpida al no poder expresar lo que realmente quiere en castellano, en abierta contradicción con los defensores de la inmersión lingüística que le diagnostican un óptimo dominio de la lengua. Por no poder, ni siquiera puede entender completamente el idioma, ya que hay expresiones que no conoce. Tristemente, el sistema tampoco parece haberle garantizado un buen catalán, dado que comete un error gramatical al olvidar el de partitivo en "n'inicio alguna més banal", que debería concluir "... de més banal".

El forero Temps difícils, por su parte, testimonia:

M'expresso molt millor en català que en castellà. El català l'he parlat sempre i a tot arreu, i venint a estudiar a Barcelona he pogut comprovar que tinc un nivell de castellà molt més baix que la resta: em costa dir exactament el que vull, no em surten algunes paraules, vaig lent...
De fet, res que no sapigués, l'únic que aquí la gent el parla molt millor (i molt més sovint) i la diferència és molt més gran. A més, continuo sense utilitzar-lo gaire, només quan m'hi veig obligat. 

A este joven también le cuesta decir lo que quiere, no le salen las palabras y habla con lentitud. Es un excelente testimonio del desastre de la inmersión: se están creando distintas castas lingüísticas, dado que, como bien lo apunta, la gente de Barcelona sí que habla muy bien el castellano.

Otro miembro del foro, Porc amb curry amb arròs, manifiesta:

Jo fa anys que vaig deixar de parlar en castellà i ja de per si tenia un nivell bastant fluixet... així que imagineu-vos... tinc un accent català impresionant, no me surten algunes paraules i me costa un merder dir la "c" castellana (o m'esforço bastant o en comptes de palacio dic palasio...).
La paraula que em costa un merder de dir és ascensor. Proveu-ho!
I no és que no en sàpiga, el problema és que em fot un pal tremendo haver de traduïr cada frase. En algun viatget que he fet per les espanyes, si la conversa és prou llarga em canso mentalment, com quan parlo en anglès.

Aparte de sus dificultades de pronunciación, confiesa que al hablar en castellano tiene que traducir cada frase y que si la conversación es larga se cansa mentalmente, como cuando habla un idioma extranjero.

Seguimos con el comentario del participante Heavyata Rural, quien manifiesta:

Fa més de vint anys que només parlo en català. Només parlo en castellà una setmana a l'estiu, la del viatge de vacances, atès que sempre vaig a l'estranger . Soria, Teruel, Cuenca... Ah, i el camí de santiago de l'any 2000... 
I he de rumiar què dic, perquè no em surt espontàniament. Evidentment dec dir algunes expressions estranyes, i jo no me n'adono... I se'm nota l'accent català "de una hora lejos". Dic, no una paraula, sinó UNA lletra, i ja se'm nota, de debò.
Reconec que en aquests vint anys i escaig he perdut molt de castellà, malgrat viure al Baix Llobregat i veure les notícies de la sexta i altres cosetes esporàdiques a la tele, com la genial "aquí no hay quién viva" (la radio només l'escolto en català).

A este otro ejemplo de monolingüe no sólo le cuesta horrores la pronunciación castellana, sino que tiene que pensar lo que dice (no le sale espontáneamente) y piensa que sin darse cuenta dice expresiones extrañas, poniendo una vez más en entredicho la verdad aceptada del dominio seguro del catalán por parte de estudiantes catalanes.

Continuemos. El forero _25047_ nos cuenta:

M'han dit que tinc bastant accent, però les catalanades profundes les puc constatar (escobar per barrer, escaufar en comptes de calentar, súcar en comptes de azúcar... no puc evitar que se m'escapin si no m'hi fixo ). 
M'hi expresso bé si m'hi fixo i per escrit el domino, però si és informalment se'm fot pesat parlar-lo, i em surt hibridat i poc natural.

Este inmersionado declara dominar el castellano por escrito, pero se le hace pesado el registro oral, en que no puede evitar usar palabras catalanas, con el resultado de un habla híbrida y poco natural.

A continuación llamamos a testificar al usuario albert23, quien nos relata:

Veig que no sóc l'únic que no sap parlar castellà. Bé, de fet només l'he parlat quan he viatjat a Espanya: a Madrid o a Galiza. I a Madrid em van fer repetir més d'una i de dues vegades el que deia, ja que deien que no m'entenien. El meu accent és increïble. Tot i parlar castellà sembla que parli en català. El fet de només haver-lo parlat quatre vegades en tota la meva vida suposo que hi ajuda... me n'avergonyeixo i tot a vegades... És que de fet no he tingut mai una conversa mínimament llarga en castellà...

Directamente afirma que no sabe hablar castellano. Su manejo de la lengua es tan defectuoso que en Madrid le hicieron repetir más de una y dos veces lo que decía. Y se avergüenza de su bajo nivel.

Otros de estos jóvenes desmienten la noción de que "la lengua no es un problema en Cataluña". Veamos el comentario de Front Patriòtic:

Fa molt que no el parlo i tampoc no el llegeixo.
L'evito tant com puc per no embrutar ni infectar el meu cervell amb aquesta llengua de 400 milions de pobres que a més és la llengua de la metròpoli la imposició de la qual ha costat la sang a milions de catalans al llarg de la història.

Lo que este forero dice explícitamente —que no quiere infectar su cerebro con una lengua de 400 millones de pobres— es la ideología implícita detrás de muchos teóricos de la inmersión que declaran su amor por el castellano, al tiempo que encuentran que hay que eliminarlo de las aulas para no perjudicar el aprendizaje del catalán de los niños castellanoparlantes.

Esta ideología está presente aun en la minoría de foreros que sí declaran tener un buen nivel de castellano, como es el caso de arderyn:

M'expresso en català com en cap altra llengua, ja que és la meva llengua. El castellà per desgràcia, l'he après més del que voldria, ja inevitablement el tenim a sopa. I si, també m'hi sé expressar prou bé, tot i que la veritat és que no me'n sento gens orgullosa perquè ho faig a contracor, i per obligació. Preferiria parlar així de bé l'anglès o l'alemany, la veritat.

Esta joven el castellano lo aprendió más de lo que querría, y no está orgullosa, porque para ella aprenderlo ha sido una obligación, y no un deber derivado de la naturaleza bilingüe de Cataluña. Es un ejemplo más del para nada inusual fenómeno de catalanes que no registran la existencia de la mayoría de otros catalanes que tienen como lengua materna el castellano.

Se podrá decir, y con razón, que esta muestra no es una encuesta. Hasta se podría aducir que el 64% de personas que en este foro de internet declaran tener problemas con el castellano son una excepción no representativa de nada. Es correcto, pero el hecho de que existan estas excepciones es en sí ilustrativa de que algo falla. De los 8 millones de nativos de Andalucía o de los 6 millones de nativos de Madrid el número de personas que tienen que pensar al hablar en castellano es exactamente cero. Sería irrazonable pensar que hablantes de otro idioma puedan superarlos en castellano con sólo 2 a 3 horas de estudio del idioma, pero esto es lo que sostienen los defensores de la inmersión lingüística (y que las "excepciones" desmienten).

Yo, que he recorrido Cataluña desde el Ebro hasta Roses y desde Barcelona hasta la Vall d'Aran, tengo para mí que lo que recogí en esta entrada es la norma, no la excepción. En este momento existen en Cataluña dos grandes bloques lingüísticos: las áreas metropolitanas de Barcelona y Tarragona, donde la gente aprende catalán en la escuela y castellano en la calle, y la Cataluña rural, donde la gente aprende catalán en la escuela y también catalán en la calle. De esa manera, un sector importante de la comunidad avanza rápidamente hacia el monolingüismo. Un monolingüismo matizado, es cierto, debido a dos factores: uno, la gran similitud lingüística entre el castellano y el catalán; y otro, la presencia del castellano en los medios y las redes. El conocimiento del castellano nunca va a ser nulo entre los catalanohablantes nativos, ni les llegará a resultar una lengua extraña como a un italiano o a un portugués. Pero en la Cataluña rural sectores inmensos de la población están creciendo sin fluidez oral en el idioma. Todo esto alentado entusiastamente por las autoridades educativas y aceptado hasta con orgullo por los perjudicados por el sistema, que, como vimos, no pueden ni siquiera desenvolverse en Barcelona, al estar rodeados abrumadoramente de una lengua que ellos no terminan de dominar.

De esta manera, tenemos el fenómeno llamativo de un sistema, la inmersión, apoyado con mayor intensidad por quienes más damnificados resultan por él: los catalanes a quienes el uso equilibrado de lenguas en la escuela les brindaría una exposición al castellano que supliría la falta de contacto con el idioma en su entorno social. Sin adentrarnos en tesis psicológicas que no estamos capacitados para formular, sólo podemos extrañarnos de que un grupo muy numeroso cuyo horizonte social (y laboral) se reduce por no conocer el idioma mayoritario de su país apoye a quienes hacen todo el esfuerzo posible por que no lo aprendan.

6 comentarios:

  1. Muy buena entrada Abraham.
    Creo que refleja con bastante precisión la realidad de la Cataluña profunda y la inconsciencia de preferir la ignorancia que trae consigo el fanatismo Nacionalista

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    1. Estoy de acuerdo con Quirze, una entrada excelente. Las observaciones me parecen esencialmente correctas, y la conclusión, lógica e irrefutable. Todo esto me recuerda a 1984, "Ignorance is Strength". Estremece pensar en el futuro que espera a todos estos conciudadanos.

      Hay un tema que me choca desde hace tiempo: la norma catalana se separa de la manera de hablar de los hablantes nativos, una diferencia que no percibo cuando hablo con gente de pueblos de castilla (su español, con algún error, es estrictamente normativo). No soy lingüista ni filólogo ni nada parecido, puedo estar muy equivocado. ¿Qué opináis?

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    2. Efectivamente, Killerman, el catalán tiene el problema de una normativa que diverge bastante de la lengua hablada. Interesantemente, eso es más visible donde la población habla más naturalmente el idioma, como cuando vamos a los pueblos y la gente dice "puestu" en vez de "lloc", mientras que en el AMB, con una población que sustancialmente aprendió el idioma en la escuela, se usa la palabra correcta.

      Mi visión es que hay cosas que con una adecuada ingeniería lingüística se pueden revertir (no entro aquí a debatir si estaría bien hacerlo; sólo postulo que es posible). Mientras que otras no hay manera de cambiarlas. El artículo neutro "lo" es un ejemplo.

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  2. Excelente análisis.
    Y no menos válido que muchas encuentas. Recordemos que una encuesta siempre es una "muestra" muy limitada de la realidad.

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  3. Un análisis muy acertado, Abraham. Gracias por el trabajo de campo en las remotas regiones de internet .cat

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